domingo, 4 de marzo de 2012

Nadie como tu

Sólo tú te has ganado mi alma y un lugar en lo más profundo de mi corazón, sé que tu amor lo puede todo, las noches estrelladas, las melodías más bellas, las palabras, las fantasías, todo me parece poco, porque tú me llenas. Eres mi sueño cumplido, el amor perfecto, sin ataduras. Eres la respuesta a mis preguntas la razón de mi vivir. De soñar, de llorar, de reír, de amar, cantar, de escribir… Le agradezco a Dios que te haya puesto en mi camino, quisiera gritar desde lo más alto de una montaña que ¡te amo! Y que se escuchara el eco por todos los cielos…

Porque tú siempre estás en mis pensamientos, en mi corazón, en mis sentimientos en el sol, la lluvia, en cada lágrima, tú eres mi felicidad, mi todo. Porque desde aquel día en que te vi por vez primera mi vida cambio por completo. Sólo le pido a Dios que perdure este amor más allá de los años, del tiempo, de la muerte, para estar a tu lado ¡siempre! Con todo mi amor...

Es sumamente difícil estar separados de esta forma, siento que es demasiado ¡para mí! Trato de mantener una relación firme basada en el amor... Aún cuando estemos lejos... Diariamente me digo "falta un día menos” para volver a ver tu rostro adorado, escucharé tu voz, y sentir tus caricias, pero ese mañana aún no llega, y aún seguimos separados... Este dolor siento que me carcome el alma, aunque sé que debo ser fuerte en este momento siento que no puedo más... Mis lágrimas no me dejan ni respirar, y siento que me ahogo, me haces tanta falta...

Jamás imaginé que estaríamos separados de esta forma, lo único que me alimenta y me mantiene erguida, es saber que nuestro amor nos mantiene unidos... Sé que cuando me llamas, te haces el fuerte, y con tu voz quebrada me dices que no ves el momento de tenerme entre tus brazos; que me extrañas... Y que no puedes más... Entonces, no sé dé donde saco fuerza, y te pido que te calmes, que hoy falta un día menos para volvernos a ver, que todo estará bien... Aunque mis lágrimas no dejan de rodar por mis mejillas, al colgar el teléfono, tomo tu camisa, el abrazo fuerte, pues aún tiene tu aroma, y te siento tan cerca de mí...

Leo una y otra vez la carta que me escribiste antes de que partieras, en donde me dices que siempre estoy en tu pensamiento, que me amas, y que desde ese momento ya me extrañas, y ya está toda arrugada, y llena de lágrimas como si tuviera años, y sólo tenemos dos mese separados... Sólo espero que pasen los días pronto, para volverte a ver... Siempre tuya...